La vieja nueva tarta de zanahoria
- Aitor Pagola
- 7 feb 2018
- 2 Min. de lectura

Hace años, cuando pensábamos en algún producto relacionado con la repostería, siempre tendíamos a imaginarnos algún producto de hojaldre o alguna masa hecha o acompañada de los típicos ingredientes como el chocolate o nata, sin olvidarnos de la yema de huevo.
Sin embargo, últimamente se está introduciendo un tipo de tarta, que seguramente la primera vez que la escuchamos todos pondríamos una cara que sería una mezcla entre asombro y un poco de rechazo. Nos referimos a la tarta de zanahoria, una tarta que de por si es bastante más saludable que aquellos dulces que también hemos importado de otros países, simplemente porque la zanahoria es un edulcorante natural.
La tarta de zanahoria no es un invento hípster, creada en una cafetería de Candem Town o de Brooklyn; se trata de una receta tradicional procedente de reino unido, que se elabora desde la Edad Media, en la cual se introducía la zanahoria como un endulzante barato y abundante. A medida que pasaron los años el azúcar ganó protagonismo en las casas, con lo que el clásico postre se dejó de consumir. Pero no es hasta la Segunda Guerra Mundial donde recobró protagonismo cuando el gobierno británico rescato la receta, haciéndose así tan popular que hasta muchas familias sirven este postre el día de Navidad.
Más tarde en los años 60 se importó a Estados Unidos, donde se introdujo de manera masiva a través de las cafeterías y restaurantes. Allí le dieron el toque de las barras y estrellas cubriéndola de una capa de queso Philadephia.
Como experiencia personal; tuve una experiencia muy agradable, también he de decir que en mi caso estaba cubierta de una capa de chocolate blanco. Es una mezcla de un bizcocho normal además de con ese dulce de la zanahoria, que a mí me fascina.
Así que la próxima vez que os ofrezcan una porción de tarta de zanahoria no os cortéis, y lanzaros a la piscina para descubrir un nuevo dulce que os garantizo que merece la pena.
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